Carlos M. Castañeda, nacido en La Habana, Cuba, el 8 de febrero de 1932, sabe que quiere ser periodista
desde muy temprana edad. Ya a los catorce años, comienza a colaborar con columnas de deportes en varios periódicos habaneros.
Unos años más tarde, asume la dirección de la revista literaria de su colegio y la transforma de una publicación mimeografiada
a una impresa y con anuncios.
Una vez graduado de periodismo, trabaja en Cuba para varios periódicos como redactor y reportero. Escribe importantes
reportajes en la revista Bohemia. Es miembro del panel de entrevistadores del programa Ante la Prensa en CMQ-TV y presentador
de noticias de El Mundo en Televisión y del Canal 12/Televisión a Color. En 1960 se exila en Nueva York junto al director
y otros periodistas de Bohemia, grupo que funda Bohemia Libre, revista de la que es subdirector. En 1965, trabaja en la revista
Life en Español, donde también llega a ser subdirector.
En 1970 se traslada a Puerto Rico, aceptando el reto de Antonio Luis Ferré de transformar un viejo periódico de Ponce
en un diario completamente nuevo. Se convierte en el creador y primer director de El Nuevo Día. Allí, Castañeda pone en práctica
sus ideas innovadoras, marcando un nuevo rumbo al periodismo puertorriqueño y continental. Castañeda revoluciona el periodismo en Puerto
Rico con su espíritu innovador, su originalidad, su estilo agresivo y su
valentía al atreverse a hacer lo que nunca antes se había hecho, sin temor
a la crítica:
- Abre
las páginas de El Nuevo Día
a intelectuales y
pensadores de todos los matices políticos, dándoles la oportunidad de
expresar sus opiniones con libertad total, algo insólito en el periodismo
puertorriqueño de la época.
- Instituye
el concepto del
periódico-revista y acuña la palabra portada para referirse a
la primera plana
del periódico.
- Hay
que hablar del periodismo
puertorriqueño antes y después de CMC. Visto el éxito editorial y
comercial de END, todos los periódicos lo imitaron. Algunos lo hicieron
antes de “morir”, incapaces de sobrevivir ante la competencia de END.
- Crea
el concepto del periódico sin
pases, con artículos cortos. Si se hacía necesario elaborar más sobre un
suceso, se publicaría otro artículo sobre otro aspecto del suceso.
- Trae
nuevos y modernos conceptos de
diseño, utilizando fotos de gran tamaño, profusión de ilustraciones y
caricaturas. Insiste en la
importancia de los espacios en blanco dentro de la página. Es ganador de
varios premios de diseño periodístico de la Society for Newspaper Design.
- Eleva
el rango de los
fotógrafos--fotoperiodistas-- equiparándolos en importancia y sueldo con
los periodistas de la palabra escrita.
- Le
da una oportunidad a los
artistas gráficos, ilustradores y caricaturistas de desarrollarse y de
realizar un trabajo bien remunerado.
- Insiste
en que la función del
diseño no es estética solamente, sino que debe ir unida al contenido.
- Termina
con el uso de titulares
“telegráficos”, prohibiendo la eliminación de los artículos, preposiciones
y conjunciones de los mismos, como era la práctica establecida. Insiste en
la importancia de impartirle fuerza a los titulares, utilizando a plenitud
la riqueza del idioma español para crear impacto.
- Transforma
el concepto de las
“páginas de la mujer”, al considerar a ésta un ser inteligente, capaz de
interesarse en otros temas fuera de las labores domésticas.
- Crea
suplementos
semanales como Domingo, Sábado Deportivo, Domingo Deportivo y De Viaje,
que han sentado cátedra.
- Crea
el concepto de la
sección Por dentro.
- Rompiendo
el molde del
periodismo insular, trae a las primeras páginas, desde las secciones de
economía y deportes, las informaciones deportivas y económicas que así lo
ameritasen.
- Elimina
la publicación diaria de
editoriales, aproximadamente a los cuatro años de creado END, por
considerar que el público no les ponía atención, ya que a diario no
sucedía nada de suficiente importancia que requiriera la opinión editorial
del periódico. El Nuevo Día
publicaría un editorial sólo cuando los hechos lo ameritaran. De esta forma,
cuando el público
viera un editorial en el periódico, sabría que se trataba de algo
importante que merecía leerse. Esto constituye un nuevo concepto,
contrario a la costumbre establecida. Sin embargo, todos
los días CMC “editorializaba”
con los titulares, fotos o ilustraciones de portada y en las páginas
interiores.
- Inspira
la pasión periodística que
dominó su vida en los miembros de su “guerrilla de El Nuevo Día”,
como gustaba llamarle al
reducido grupo de periodistas con los que compartía la redacción en los
primeros tiempos. Hoy, una
generación de periodistas formados en su escuela, se enorgullecen en
llamarlo Maestro.De 1990 al 1998 es vicepresidente editorial, y miembro de la Junta de Directores del mismo, hasta su
fallecimiento.
En 1999 en Miami, enfrenta con éxito el reto de El Nuevo
Herald, al que logra cambiarle la imagen en pocos meses y convertirlo en el periódico más rentable de la cadena Knight Ridder. A
lo largo de su carrera, Castañeda sirve como asesor de contenido editorial y diseño para más de veinte diarios y revistas
en América Latina. Además, comparte sus conocimientos como conferenciante ante numerosas asociaciones periodísticas profesionales
en el ámbito internacional y en universidades en ambos hemisferios.
Muere en Lisboa, Portugal, el 10 de octubre de 2002, mientras disfrutaba de unas vacaciones familiares. Quedaría trunco
su gran sueño, el proyecto con el que Castañeda hubiera coronado una vida de éxitos periodísticos: regresar a una Cuba libre
y democrática y regalarle a su patria la gran revista donde vertería sus extensos conocimientos y experiencia. No pudo ser,
pero su legado queda en los periodistas de América quienes aprendieron un periodismo de excelencia junto al Maestro, especialmente
en Puerto Rico, su segunda patria, a la que dedicó los mejores años de su vida.
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