¿Cómo es posible tener
democracia
en un país donde se restringen las libertades en las comunicaciones, dónde el
pueblo no puede estar informado? Para responder ésta y otras preguntas sobre la
libertad de prensa en la América Latina se realizó el quinto programa del ciclo
de la Fundación Educativa Carlos M. Castañeda, en la Casa Bacardí, sede del
Instituto de Estudios Cubanos y Cubano Americanos (ICCAS), de la Universidad de
Miami.
El acto fue presidido,
como en las
otras conferencias anteriores, por Lillian Castañeda, viuda del periodista
cubano Carlos M. Castañeda, quien reunió esta vez a un panel incisivo de
periodistas para debatir el tema: Wilfredo Cancio, productor editorial de Canal
41-WJAN/América Tevé de Miami; Julio Muñoz, director ejecutivo de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP); Patricia Poleo, directora del periódico El
Nuevo País, de Caracas, y Ricardo Trotti, director del Instituto de Prensa de
la SIP, como moderador.
“¿Hay libertad
de prensa en
América Latina?”, fue la pregunta de Trotti antes de presentar a los
panelistas. “Hugo Chávez recibe andanadas de críticas de los periodistas, pero
hay que preguntar cuáles son las represalias”, expresó. “En Cuba los
periodistas son encarcelados, por eso existe la autocensura. Pero una manera de
cruzar la barrera de la censura es el uso del celular y la internet, si es que
hay suficientes teléfonos y líneas abiertas dentro de un sistema totalitario”.
VENEZUELA
Paticia Poleo, asilada
política en
Miami por haber sido perseguida por el régimen en Venezuela, exclamó: “¡Cómo
nos ha costado para que se nos escuche!”, añadiendo que “la comunidad cubana sí
presta atención”. Los ataques del régimen fueron al principio personales: la
acusaron de alcohólica, de estar gorda, de tener amigos íntimos indeseables, etc.
Pero luego la enfrentaron judicialmente, incitándola a revelar sus fuentes y a
incurrir en gastos legales impagables. Este acoso llegó a la acusación de
planear intelectualmente el asesinato del fiscal Danilo Anderson y a estar
fichada por INTERPOL como criminal peligrosa.
La primera fase fue
atacar a los
periodistas individualmente, explicó Poleo. Pero luego llegó el ataque a los
medios, cuando el poder judicial se supeditó a Chávez, afirmó Poleo. La
hegemonía del Estado es la meta, y responsabilizan a los medios de lo que
escriba el periodista. Nunca se puede informar sobre las protestas del pueblo,
porque dan la excusa de que no hay que causar zozobra en la ciudadanía. Hay más
de 15 periodistas venezolanos exiliados, informó. “Pero no hemos dejado de dar
la pelea y la seguiremos dando”.
CUBA
De cara al siglo XXI
no hay
cambios en la isla, aseveró Wilfredo Cancio, quien expresó que Patricia Poleo
había pintado magistralmente a una institución que trata de defenderse del
proceso de la censura. En Cuba, desde 1960, la realidad es la censura, que no
hace falta porque ya se sabe lo que se tiene que decir en los medios.
En la década de 1950,
Cuba estaba
a la cabeza del continente con 20 periódicos en La Habana, y era el primer país
con la televisión en colores. A fines de la década de 1980 se creyó que la
“perestroika” iba a solucionar algo y la Escuela de Periodismo se convirtió en
un foco de problemas para el gobierno lo que le costó el puesto a la decana,
porque los estudiantes retaron cara a cara a Fidel Castro.
Hoy, un 75 por ciento
de la
población nació después del 59, año de la Revolución. Los temas políticos
producen un rechazo absoluto en ese grupo generacional, dijo Cancio. Muchos de
ellos están en Miami, porque de 1994 hasta el 2010 ha habido un “Mariel”
silencioso, debido a las políticas migratorias.
El periodista contrastó
a Egipto,
que era una dictadura donde había 60 millones de celulares y 18 proveedores de
internet en un país de 80 millones de habitantes, con Cuba, donde hay un solo
proveedor de internet, el del gobierno, y sólo nueve por ciento de teléfonos
celulares (aproximadamente 1,007, 000 de la red inalámbrica, en una población
de unos 11.2 millones de personas).
El ciudadano está adormecido
y
escéptico, afirmó Cancio. El movimiento periodista independiente tiene a la SIP
como pilar de defensa, pero aunque hayan liberado a los presos, en Cuba todavía
se encarcela a las personas a pura voluntad.
SIP
Julio Muñoz ensalzó
la memoria de
Carlos Castañeda como activo miembro de la SIP y relató su extenso resume antes
de dar su visión sobre la prensa en América Latina. Actualmente, dijo, se ha
pasado de la censura directa a la subliminal. En algunos lugares llega el
militar a la sala de redacción y dice: “Eso sí y eso no”. También se refirió a
una serie de controles de la censura, algunas de estilo directo, como el
asalto, la detención o la muerte, y otras de estilo indirecto: restricción del
papel, control de la distribución, control del contenido político.
La violencia contra
los periodistas
se ha arreciado en algunos países de América, afirmó, en Honduras, Brasil,
Colombia y ahora mayormente en México. El año pasado hubo 27 casos de
asesinatos de periodistas en las Américas.
En el 2010, la SIP
envió 24
misiones a diferentes países para discutir temas de libertad de prensa. La
próxima asamblea se realizará en San Diego, California, del 6 al 9 de
abril.•
El Nuevo Herald, 23
de marzo de 2011
olconnor@bellsouth.net,